Un Mundo Mejor

 

Existen en esta vida la disponibilidad de tantas cosas que pueden hacernos sentir bien, y que hasta en ocasiones, nos ayudan a escapar de momentos difíciles. Y cuando digo difíciles, hablo de esos lugares, esos momentos y hasta las personas que, por alguna razón, insisten en extirpar y exponer lo peor de ti. Existen inequívocamente esas etapas llenas de lunas en eclipse, las nubes grises llenas de lluvia, y de esa poca radiación de luz, que solo procura producir sombras.

En muchas ocasiones nos vestimos y nos regimos por los estereotipos e ineficientes mandatos sociales que restringen la verdadera persona que somos, y que nos llevan a convertirnos en seres opuestos a nuestro espíritu. Nos hacen cambiar y nos ubican en cubículos de aprobación o de repudio, dependiendo de la satisfacción que tu conducta les otorgue a ellos. Es un esquema fácil de seguir, pero muy complicado de procesar en ocasiones, porque todos estos cambios, y en la mayoría de los casos, nos convierten en personas solitarias.


Si, así mismo como lo escuchas. Nos convertimos en amantes del silencio y en propulsores de la distancia. Buscamos constantemente los lugares con menos ruido, y con menos personas. Esta ansiedad social se convierte en un patrón de conducta que a diario erige barras de la cárcel donde nosotros mismos nos hemos hecho convictos. Presos de desasosiego y de una vida que, en vez de una aventura, se convierte paso a paso en una carga.

Esta es la tercera temporada de este Podcast, y todo comenzó con un cuaderno escolar que nunca use para la clase de Ingles, y que termino siendo un diario que recibía mi sentimiento en forma de escritura. Esa práctica, esa técnica de escribir todo lo que sentía, y todo lo que no hablaba, se convirtió con el tiempo en una sanadora terapia que me arropaba en lugares fríos del corazón. Aun lo hace. Sabes, es posible entender que el escape a muchas cosas que sentimos puede ocurrir por medios completamente opuestos. Y que, aunque todos nos vemos en este laberinto terrenal del existir, no todos abrimos buenas puertas. En ocasiones las decisiones que tomamos no solo nos afectan personalmente, estas pueden también ejercen una respuesta y hasta una reacción en todos aquellos que nos rodean. Es un sentimiento emblemático de la teoría de Newton que establece, que la acción traerá consigo una reacción.

En esta nueva temporada, he decidido hacer unos cambios. Estos no afectan la calidad de producción de lo que hago y de lo que la final escucharas, pero si determinara un giro de 180 grados en la forma en que me siento y disponga de mis acciones.  Y creo que se cómo lograrlo. Deseo compartirlo contigo. Yo escribo, mucho. Todo lo que escuchas en este Podcast fueron sentimientos que hasta el momento de publicación estuvieron cautivos en las páginas de un diario. El escribir de como sentía, y ahora de cómo me siento, no solo me trae paz, pero también crea en sí mismo un sentir de contentamiento y satisfacción. Es casi el equivalente a encontrar la llave del candado que te mantiene encadenado a una pared. Es una libertad mental y espiritual que solo el que la experimenta, puede articular sobre ella. Lo más que amo de toda esta idea, es que al menos muchas de las personas que me conocen, quienes tienen constancia de mi condición y de lo mucho en que ocasiones sufro, han visto un cambio en mí. Ellos pueden dar fe de que la sonrisa en mi cara estos días no ha sido fingida. No es otra obra de Artes Gráficas que he producido en mi computadora. En estos días, aun con la partida de mi señor padre Rafael, sonrió de verdad.

¡Esa energía, esa liberación muscular que define mi contentamiento facial es contagiosa! Ahora no solo sonrió, sino que también produzco sonrisas. Ese cambio de actitud que ha surgido de la sanación que encuentro en la escritura no solo me ha hecho bien a mí, pero puedo dar fe de que ya hay muchos a mi alrededor que lo disfrutan a granel. Se ha convertido en una actividad reciproca. La teoría es cierta. Mi acción ha dado frutos en una nueva reacción. Si es posible para mi encontrar este rayo de luz en medio de tanta niebla social. Si es posible para mi aferrarme a este pequeño rayo de luz que mantiene la esperanza del espíritu humano viva, entonces tú también puedes hacerlo.

Yo escribo para lograr esto, pero Permíteme preguntarte, ¿Qué haces o podrías hacer tu? ¿En alguna ocasión te has preguntado cual puede ser la llave del candado emocional que te mantiene a ti encadenado o encadenada? Esta es una buena oportunidad de hacer este ejercicio, y te invito que al final del episodio, pienses acerca de esto. Indaga con toda facultad mental en lo más profundo de tu ser, piensa que es lo que te trae felicidad, libertad y gozo. ¿Qué o quiénes pueden ser la llave de tu éxito? Identificalo, y entonces, ¡búscalo agresivamente!

Si dibujas, pues dibuja. Crea con tu arte el mejor de los paisajes con colores que solo tu ser pueda crear, que será firmado con el incomparable valor de tu firma. Si bailas, procura que se escuche tu radio desde el principio hasta el final de la calle donde vives y ¡baila! Vuela con el alto volumen de cada nota y expande tus alas con cada movimiento. Si cantas, arroja semillas al aire que atraigan las más bellas aves y ¡canta a voz alta junto con todas ellas! Si lo que te gusta es tocar un instrumento, pues redacta y toca el solo que nadie jamás imagine de ese instrumento. Si lo que amas es la moda, el maquillaje, cualquiera que sea lo que haga tus ojos brillar, persíguelo y te diré por qué.

Las cenizas de Cumbre Vieja en esa islita que no cesa de temblar nos recuerdan lo vulnerable y lo cortas que son nuestras vidas. No hay nada que podamos hacer para llegar a una negociación fructífera con el señor Tiempo. Él es resiliente y es competente en lo que hace. Él no cesara de hacer lo que tiene que hacer y creo, que nosotros no deberíamos de cesar de ser quienes en realidad somos para satisfacer a personas en un tiempo tan difícil y poco cordial. Siento que no deberíamos perder un minuto de quienes somos, para enriquecer el deseo de alguien mas. Así no hay cambios. De esa manera continuaremos en una conducta de autodestrucción que mientras construye el pesimismo de otros, mata lentamente la esencia de nuestro ser. De esta manera no hay esperanza.

Busca tu llave. Identifica lo que amas y búscalo. Átate fuerte a un nuevo y genuino deseo de superarte y por, sobre todo, ¡feliz! Porque si hay algo que está bastante claro en el perfil de este siniestro deterioro social, es que nadie te ayudara hacerlo. Somos tú y yo quienes tenemos el control de quienes somos y de quienes podríamos ser. Está en nuestras manos la oportunidad de encender la vela cual luz tenue, nos ayude a vernos claramente, para irradiar a los demás con nuestro vivir. Así escribiremos, cantaremos, bailaremos, dibujaremos y hemos nuevas creaciones dentro de un marco victorioso que no solo hará un cambio radical en nuestras vidas, pero también en nuestro alrededor. Mi nombre es Ralph, y en esta tercera temporada de TITD, continuare siendo yo, y haciéndote sentir a ti mejor! Porque es solamente de esa manera en que tú y yo haremos la diferencia en un mundo que tanto la necesita. Tú y yo vamos a ser el cambio que el mundo necesita. Así que toma de forma imaginaria mi mano, y caminemos juntos…terminemos este año con miras al año nuevo que pronto se aproxima con la mejor resolución que podamos desear. ¡Somos tu yo no solamente siendo lo mejor podamos ser, pero también haciendo un mundo mejor! ¡Los quiero Mucho!

 

 

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